Jumio, firma especialista en inteligencia de identidad impulsada por IA y respaldada en autenticación biométrica, automatización y análisis de datos, prevé que el próximo año estará marcado por la expansión de las identidades digitales nacionales, la protección de los datos biométricos y el fortalecimiento de la educación del usuario ante el aumento del fraude de identidad.
Pilar Pereira, gerente de alianzas estratégicas para América Latina de Jumio, explica que “el 2026 será un año decisivo para la prevención del fraude y la protección de la identidad. La región avanza hacia modelos más seguros que simplifican la experiencia del usuario y fortalecen la confianza entre las instituciones. A medida que aumentan las amenazas, la educación y la protección de los datos biométricos se vuelven pilares de la seguridad financiera”.
Los futuros progresos se determinarán por las acciones del usuario latinoamericano, que es cada vez más digital, exigente y atento a su seguridad. De esta transformación emergen seis tendencias que cambiarán la experiencia financiera en el año 2026:
1. Identidad reusable: brindar a los usuarios la capacidad de verificar su identidad una sola vez y reutilizarla para acceder a múltiples servicios o instituciones sin repetir el proceso será una de las innovaciones más disruptivas de 2026. Este modelo, que ya está siendo implementado por Jumio, ha sido desarrollado para aprovechar la inteligencia y la escala global de un grafo entre clientes y entre industrias que reúne decenas de millones de transacciones legítimas y fraudulentas.
2. Pagos inmediatos y Open Finance: Latinoamérica seguirá avanzando durante 2026 en la adopción de pagos instantáneos y modelos de open banking/open finance, impulsados por la demanda de transacciones en tiempo real. Plataformas como Pix (Brasil), BreB (Colombia) y SPEI (México) seguirán marcando la pauta al integrar instituciones y promover una experiencia financiera más ágil y segura.
3. Protección de datos biométricos: el uso indebido de información facial, de voz o huellas dactilares para crear deepfakes ha generado una alerta global. En respuesta, surgirán nuevas regulaciones y tecnologías orientadas a proteger estos datos sensibles. En 2026, los proveedores de verificación deberán obtener consentimiento explícito del usuario y cumplir con normas locales de privacidad para evitar sanciones.
“Esta tendencia no solo reforzará la confianza del consumidor, sino que marcará un nuevo estándar en la autenticación digital. La protección de los datos biométricos será el nuevo campo de batalla del fraude digital. Las empresas que no inviertan en esta capa de seguridad quedarán expuestas”, puntualiza Samer Atassi, vicepresidente para Latinoamérica de Jumio.
4. Fraude impulsado por inteligencia artificial (AI-driven): los agentes de IA o AI agents representan una nueva frontera en el fraude digital. En 2026, estos sistemas podrán suplantar usuarios legítimos en procesos de onboarding o transacciones, mediante ataques sofisticados difíciles de detectar. Las modalidades más comunes incluirán la suplantación mediante deepfakes, la automatización masiva de cuentas fraudulentas y los ataques de ingeniería social personalizados.
“Ante este escenario, las instituciones deberán adoptar modelos de verificación multicapa basados en inteligencia de identidad, combinando biometría, análisis de comportamiento, inteligencia de dispositivos y correlación de señales de riesgo”, agrega Atassi.
5. Inteligencia de identidad como núcleo de la defensa: en un contexto de transacciones instantáneas y amenazas impulsadas por IA, la identity intelligence se convertirá en el centro de la estrategia antifraude. Las redes de identidad conocida, usuarios legítimos o previamente detectados como fraudulentos, permitirán crear perfiles de riesgo dinámicos al conectar múltiples señales como dispositivo, ubicación IP, correo y comportamiento. Este enfoque impulsado por IA permitirá decisiones más veloces y precisas en tiempo real, anticipando amenazas antes de que afecten al usuario.
“La educación digital será clave para mitigar el fraude de identidad. El eslabón más débil sigue siendo el humano, pero también puede convertirse en el más fuerte si cuenta con la información adecuada”, complementa Pilar Pereira.
6. Identidades digitales nacionales: gobiernos como los de México, Brasil y Colombia avanzan en la creación de sistemas de identidad digital. El desafío para 2026 será aumentar su adopción y extender estos modelos a más países, fortaleciendo la inclusión financiera y la seguridad en el acceso a servicios públicos y privados. Brasil (con la Carteira Nacional de Identidade Eletrônica) y Puerto Rico (con la licencia digital) ya son referentes regionales. Todo ello permitirá procesos de onboarding más seguros, rápidos y con menos riesgo de fraude asociado a documentación física.
“Estamos viendo un cambio estructural en la relación entre usuarios, instituciones y datos. La inteligencia artificial y la inteligencia de identidad están redefiniendo el concepto de confianza digital. La identidad digital se está convirtiendo en el núcleo de la innovación financiera y en la principal defensa contra el fraude. En un contexto donde la confianza digital será tan importante como la experiencia del cliente, las organizaciones deberán combinar tecnología, regulación y educación para garantizar un ecosistema financiero más resiliente”, finaliza el vicepresidente para Latinoamérica de Jumio.





