Los modelos de negocio están en constante transformación y con ellos también cambian los perfiles necesarios para sostener el crecimiento. En este escenario, el talento más valioso en el mercado laboral no es necesariamente el que lleva más años en un sector, sino el que demuestra la capacidad de aprender, integrar nuevas herramientas y liderar equipos diversos en entornos inciertos.
Keren Castellano, directora de To Contact, firma especializada en headhunting ejecutivo, indica que “las empresas ya no contratan solo por lo que hiciste, sino por lo que eres capaz de hacer en los próximos años. La capacidad de aprendizaje se volvió tan importante como la experiencia”.
Una de las habilidades que más se está considerando en el mercado laboral es la capacidad de adaptación. La velocidad con la que surgen nuevas tecnologías y formas de trabajo requiere de profesionales que puedan trasladarse con flexibilidad, adquirir conocimientos de manera continua y reaccionar sin detenerse ante la falta de certidumbre. Según Castellano, “la adaptabilidad no es solo absorber cambios; es anticiparse y usarlos a favor. Los profesionales que mejor se mueven en la era digital son los que no temen volver a aprender”.
Otra habilidad clave es el dominio de herramientas de IA y datos. Hoy en día, no es suficiente conocer la inteligencia artificial, se necesita saber cómo utilizarla de forma estratégica para mejorar las decisiones, optimizar los procesos y aumentar la productividad. Desde áreas operativas hasta finanzas y marketing, la habilidad de manejar datos ha dejado de ser una ventaja en el mercado laboral, convirtiéndose en una obligación. “La IA no reemplaza a las personas, pero sí reemplazará a quienes no sepan trabajar con ella”, enfatiza Castellano.
La perspectiva global se ha convertido en algo esencial. En un mundo interconectado, los encargados de tomar decisiones deben conocer los mercados extranjeros, las interacciones culturales y las tendencias que afectan la economía mundial. Este enfoque permite a las compañías prever situaciones, descubrir oportunidades y competir conforme a criterios internacionales. “Hoy no se puede liderar sin entender cómo se mueve el mundo. Los ejecutivos con visión global agregan valor inmediato”, afirma.
Por último, el liderazgo inclusivo se establece como un elemento fundamental en la formación de grupos saludables y duraderos. Administrar un talento variado —en términos de edad, sexo, origen o trayectoria— es crucial para fomentar ambientes de confianza y cooperación. Las pruebas indican que los equipos diversos poseen mayor creatividad, innovación y habilidades para afrontar desafíos complicados. “Las empresas buscan líderes que generen confianza, que sepan escuchar y que impulsen la colaboración”, agrega Castellano.
En un contexto que continuará cambiando, las empresas requieren individuos que integren lo humano con lo digital, así como lo técnico con lo estratégico. Por su parte, los empleados deben reconocer que su principal valor radica en su habilidad evolutiva. “El talento del futuro no es necesariamente el más experto, sino el que está más dispuesto a aprender. Eso es lo que hoy marca la diferencia en el liderazgo”, cierra Keren Castellano.






