Según revela la 19ª edición del estudio global “Top 10 business risks and opportunities for mining and metals” de EY, la minería y los metales enfrentan un escenario de alta incertidumbre en 2026, marcado por mayores tensiones geopolíticas, presiones de costos persistentes y la urgente necesidad de suministrar materiales críticos para la transición energética y tecnológica. El ranking posiciona a la complejidad operacional como el principal riesgo del sector.
El informe indica que elementos como la reducción en la ley de los minerales, la explotación en yacimientos más alejados y profundos y las carencias en habilidades están complicando la estabilidad en la producción y generando cuellos de botella, lo que afecta de manera directa la confianza de los inversores y su acceso al capital.
Alicia Domínguez, socia líder de Energía y Minería de EY Chile, explica que “los incumplimientos de metas de producción suelen tener consecuencias inmediatas en los mercados. La minería necesita hoy más que nunca sistemas de gestión robustos y tecnologías predictivas que permitan anticipar interrupciones y mejorar la confiabilidad”.
En el segundo puesto del ranking se ubica la presión sobre costos y productividad, que el año pasado ocupaba el sexto lugar. Pese a los precios altos en ciertos commodities, los márgenes se ven desgastados por mayores costos energéticos y laborales, impuestos y regalías adicionales, así como por crecientes exigencias regulatorias.
El capital se sitúa en tercer lugar, cediendo posiciones tras liderar en 2025. Aunque las empresas mineras han aumentado sus inversiones, la obtención de fondos se centra en iniciativas clave y sostenibles, mientras que los nuevos proyectos se enfrentan a costos de capital más altos y tiempos más prolongados para llevarse a cabo.
Otros riesgos críticos destacados en el estudio son el agotamiento de reservas (4), la licencia para operar (5), la falta de talento (6), la geopolítica (7), la transformación digital (8), el cambio climático (9) y modelos de negocio cambiantes (10). Todos estos factores configuran un panorama complejo para la minería, pero al mismo tiempo generan oportunidades para quienes logren alinear innovación, sostenibilidad y disciplina estratégica.
“Las compañías que integren digitalización, energías renovables y gestión del talento en sus modelos de negocio estarán mejor posicionadas para capitalizar la creciente demanda de minerales críticos”, añadió Domínguez.
El reporte determina que, a pesar de la inestabilidad mundial, hay oportunidades para la innovación, el trabajo conjunto y la diversificación de estrategias operativas. Según EY, el factor crucial será transformar la falta de certeza en una ventaja competitiva.