Durante la pandemia hubo una gran demanda de profesionales TI, debido a que la totalidad de las empresas necesitaban acercarse a sus clientes, mediante la tecnología, dada las restricciones a la movilidad que existían por esos días.
En ese escenario, se anticiparon muchos proyectos tecnológicos para permitir lo anterior no sólo en Chile, sino que además en el resto del mundo. Sin embargo, a medida que la pandemia iba en retiro y los proyectos TICs finalizando, muchas empresas en el planeta comenzaron a despedir a parte de los especialistas TI. Esto se dio con mucha fuerza en Estados Unidos y en países de Europa, como un fenómeno natural, pues las empresas estaban volviendo a la normalidad en términos de personal.
Respecto a la post pandemia, se observa una tendencia hacia el trabajo hibrido en Latinoamérica, aunque los más jóvenes (generación Z) son partidarios del home office. Frente a ello, la problemática de los gerentes de Informática (CIOs) es convencer a los directores de sus respectivas empresas a aceptar que los profesionales TI trabajen remotamente y no exigirles que lo hagan en forma presencial.
Ahora esto último trae consigo otro reto a saber: cómo lograr que la cultura organizacional se impregne en la gente que teletrabaja. Es por esto último que- en Estados Unidos, por ejemplo- muchas empresas están obligando a sus colaboradores a volver a las oficinas. Esto ha generado problemas a esas compañías, dado que muchos profesionales se resisten a volver a trabajar en forma presencial. Lo ideal, según la opinión de importantes CIOs a nivel Latinoamericano, es trabajar Home Office y cuando sea necesario ir a la empresa. Por ello la modalidad que, al parecer quedará, será la Hibrida (3×2). Asimismo, y como consecuencia de la disminución de los espacios y m2, en muchas empresas en Chile los colaboradores que van a la oficina deben pedir hora para disponer de un puesto de trabajo o para ocupar una sala de reuniones, tendencia que está tomando mucha fuerza en la región.
En este contexto, además de las capacidades técnicas propias de cada cargo, hoy las empresas requieren de los profesionales TI ciertas habilidades blandas como trabajo en equipo, liderazgo, manejo de conflicto, comunicación eficaz, resiliencia, etc.
En el caso de los cargos ejecutivos, lo que piden las compañías es la aplicación de las TICs en los negocios. Es decir, que tales perfiles tecnológicos se integren más a las empresas e instituciones, que estén en terreno, que conozcan al detalle sus procesos y oferta comercial, y que no sólo se centren en la tecnología. Un ejemplo de esto último es la figura del Business Partner, cargo que suele tener un pie en los negocios de la organización en la que trabaja y el otro en la tecnología, ya sea que se desempeñe en la banca, minería u otro sector.
En el fondo, se buscan ejecutivos y profesionales que sepan cómo aplicar la tecnología adecuada en el negocio. Debemos recordar que el uso de la tecnología incide directamente en los resultados de las compañías, ya no es sólo un costo. Por estos días nadie debiera tener dudas en que el uso de la TICs es una inversión.
Adicionalmente, para los profesionales de la tecnología, capacitarse constantemente es una obligación y no una opción. Es algo similar a lo que sucede con la Salud, donde los especialistas suelen participar periódicamente en cursos, seminarios y charlas para actualizar sus conocimientos.
En tecnología pasa lo mismo, pues si los profesionales no se capacitan en el tiempo sus conocimientos quedan desactualizados, ya sea en temas de ciberseguridad, cloud, e-commerce, Big Data, etc. Incluso, nosotros que hacemos reclutamiento especializado en TI debemos capacitarnos constantemente en dichos temas.
Respecto a los retos que enfrentan hoy las áreas de Recursos Humanos de las empresas frente a la falta de especialistas TI en el mercado, podemos señalar que uno de ellos se vincula a cómo captar el talento que requieren. Y en este punto las organizaciones debieran asesorarse y asociarse con empresas como la nuestra, pues somos especialistas en la búsqueda y selección de talento TI.
Y el segundo reto consiste en cómo retener a los perfiles tecnológicos contratados, para que no se fugen. Frente a esto es necesario que las compañías pongan barreras de salida, aplicando políticas que mejoren los sueldos, entreguen bonos al desempeño, permitan trabajar desde la casa, etc. Son cada vez más las organizaciones que hoy cuentan, por ejemplo, con salas de entretención para que sus colaboradores se relajen y hagan pausas laborales, con miras a su bienestar, felicidad y productividad.