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Las empresas deben replantear la seguridad del acceso remoto



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Ante el avance del trabajo híbrido y la creciente exposición de los datos, las organizaciones incorporan redes privadas virtuales (VPN) para resguardar su infraestructura, garantizar la continuidad operativa y proteger la confidencialidad.

Publicado el 23 jul 2025



Acceso remoto
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Las VPN (Virtual Private Network) se han posicionado como una herramienta fundamental para las empresas que buscan garantizar la seguridad, la privacidad y el acceso remoto a sus recursos internos, en un contexto laboral cada vez más digital y descentralizado.

Mediante un túnel cifrado, esta tecnología posibilita el acceso a servidores, sistemas de administración y plataformas internas con el mismo nivel de protección que cuando se trabaja desde la oficina. Es importante señalar que su utilidad va más allá del teletrabajo: también funciona como una barrera contra imprevistos, filtraciones o conexiones riesgosas en redes públicas como cafeterías, aeropuertos o espacios de trabajo compartidos.

No obstante, la expansión en el área de impacto de los ataques, la incorporación de varios aparatos y la proliferación del trabajo híbrido han resaltado la urgencia de fortalecer este modelo con alternativas adicionales que aborden de manera más efectiva las dificultades actuales.

Mauricio Gálvez, Gerente de Ciberseguridad TIVIT LATAM, explica que “las VPN no han perdido vigencia, pero ya no son suficientes por sí solas. Hoy, la seguridad del acceso remoto debe combinar diferentes capas de protección para garantizar agilidad, visibilidad y control”.

Las VPN tradicionales siguen siendo recursos valiosos para las empresas debido a su capacidad de brindar acceso seguro desde cualquier ubicación, cifrado de datos confidenciales, soporte a operaciones críticas en esquemas remotos o híbridos, y continuidad operativa ante eventualidades o cierres físicos. Sin embargo, en un escenario en el que los equipos están cada vez más dispersos y los entornos tecnológicos son más complejos y multicloud, estas alternativas también muestran limitaciones significativas.

Uno de los principales desafíos es la capacidad de escalar: conforme un número creciente de trabajadores se conecta de manera remota, las infraestructuras convencionales de VPN pueden saturarse. Asimismo, al proporcionar acceso extendido a la red, estas soluciones pueden transformarse en puntos vulnerables ante fallos o amenazas internas y acceso no autorizado. La administración de diversos dispositivos, actualizaciones frecuentes y la escasez de visibilidad sobre las actividades en el túnel cifrado también complican la supervisión y la reacción ante incidentes.

Frente a estas dificultades, diversas tendencias están impulsando a las empresas a reconsiderar su enfoque exclusivo en las VPN convencionales. Entre ellas, se observa el crecimiento del modelo Zero Trust, que enfatiza la verificación constante y el acceso detallado; la expansión del trabajo desde diferentes dispositivos y lugares; y la urgencia de adoptar soluciones nativas en la nube, más eficientes y flexibles. Estas alternativas permiten a las organizaciones ajustar su estrategia de seguridad a un entorno digital que es cada vez más móvil y descentralizado.

En resumen, las redes privadas virtuales siguen siendo esenciales para asegurar el acceso remoto. No obstante, la complejidad cada vez mayor de los ambientes digitales lleva a las empresas a implementar enfoques más sofisticados como Zero Trust y a considerar soluciones como ZTNA. Lo que determinará el futuro de la seguridad cibernética en las empresas no es una sola tecnología, sino la habilidad de combinar diversas capas de defensa que aseguren un acceso seguro, validación constante y resistencia frente a cualquier riesgo.

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