“En plena era digital, cuando todos celebramos los avances de la tecnología y su impacto en la productividad, la reciente aprobación de la Ley de Notarías golpea duramente a quienes impulsan la digitalización y, por cierto, la modernización del Estado”, indica Christian Rodiek, CEO de FirmaVirtual, en una columna de opinión
Tras años de tramitación legislativa, “en el Congreso le cerraron la puerta en la cara a la firma de escrituras públicas de forma electrónica, al optar por excluir el uso de firma electrónica avanzada para mantener la obligación de firmar estos documentos a punta de pluma y papel”.
Para el ejecutivo, esta decisión “no solo contradice la promesa de modernización —que planteaba un notariado más ágil, transparente y cercano— sino que restringe el avance tecnológico, poniéndole freno a la eficiencia que exigen los tiempos que corren”.
El CEO de FirmaVirtual explica que, con esta medida, “para realizar trámites como la constitución de una sociedad, la compraventa de un inmueble o el otorgamiento de un poder general notarial, las personas tendrán que seguir yendo físicamente a las notarías, con todas las barreras que ello conlleva”.
“Para startups como FirmaVirtual, que impulsan el uso de la firma electrónica, parece un sinsentido considerando los avances en herramientas de validación de identidad, trazabilidad digital y generación de documentos con plena validez jurídica”, prosigue.
Rodiek asegura que anular la opción de optimizar la experiencia de miles de personas que necesitan servicios notariales es un retroceso como país. “Pero, también es profundizar la brecha digital y desincentivar la inversión de empresas de base tecnológica que apostaban por un Estado más moderno”.
“Lo más paradójico es que muchos notarios estaban alineados con los avances. Sin embargo, aún hay espacio para el debate. Al menos vale la pena considerar que algunas escrituras sean digitales, siempre con altos estándares de seguridad y certificación”, puntualiza.
Para concluir, el CEO de FirmaVirtual manifiesta sobre la regulación de las notarías que “si queremos una institucionalidad eficiente, inclusiva y preparada para enfrentar los desafíos del siglo XXI, la tecnología debe ponerse al servicio de la fe pública. La digitalización no es una amenaza, sino una herramienta. Así la vemos todos los actores del ecosistema que seguimos empujando la modernización del país”.