Cuándo y cómo adoptar nuevas tecnologías en una empresa

Publicado el 06 Sep 2023

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En la actualidad, la IA se ha convertido en una de las tecnologías más relevantes y prometedoras para las empresas. Su capacidad para automatizar tareas, optimizar procesos, detectar patrones y tomar decisiones basadas en datos la convierte en una herramienta para mejorar la eficiencia y competitividad de cualquier organización.

Sin embargo, la proliferación de herramientas puede resultar abrumadora para las empresas que, con tantas opciones disponibles, pueden sentirse perdidas al tratar de determinar cuándo y cómo adoptarlas.

“Antes de elegir una tecnología, que es un medio y no un fin, se debe tener claro el objetivo de negocio que se persigue o el problema que se busca resolver. Para eso, se debe hacer un levantamiento funcional que permita entender el impacto de la iniciativa, KPIs de éxito, proceso, datos existentes, riesgos, ‘state of the art’ interno y externo, etc. Luego, teniendo claro qué se quiere lograr, hacer un estudio de prefactibilidad técnica, que permita hacer un levantamiento de los recursos, plazos, y tecnología óptima que contribuya a alcanzar el objetivo de negocio. Todo esto acompañado de un trabajo con los stakeholders involucrados, generando formas de trabajo y capacidades adecuadas para la adopción de la nueva tecnología”, comenta Tomás Ecclefield, Co-Founder y CEO de Digital Exp, spin-off holding de servicios que ayuda a las empresas a ser más eficientes, dinámicas y ágiles.

“Los típicos casos de fracaso de transformaciones digitales se dan cuando no existe una planificación clara, que se refleja en aumentos de costos en tecnología en 20-30% en un año, que en algunos casos de duplican en dos años sin acelerar el delivery. Esto se da porque la tecnología es cara (a modo de ejemplo, un equipo digital de 4-5 personas puede costar 500 millones de pesos al año) y si no existe claridad de lo que se va a desarrollar, del por qué se va a hacer y no se cuentan con las bases tecnológicas correctas, esta inversión termina no rentando, generando frustración y entropía en la organización”, explica el CEO de Digital eXp.

Ecclefield explica que “es necesario generar de manera correcta las estrategias, ya sea internamente o acompañados de consultoras especializada y convertir esas ideas en acciones concretas. Por otro lado, establecer un procedimiento estructurado y unificado para la formulación y planificación de las iniciativas de negocio, que encaminen una ejecución impecable, midiendo el éxito constantemente. Se le debe dar mucha importancia a esta etapa, requiere preguntarse muchas veces por qué quiero hacer esto y lograr un entendimiento común entre los stakeholders”.

Además, se debe promover una perspectiva centrada en el cliente y en la organización, fomentando la cooperación entre diferentes áreas. “Esto no es problema de algunos, es una visión compartida de la empresa. Se debe adoptar un enfoque global a las iniciativas, evitando la optimización por silos”, señala el profesional.

En este proceso la empresa puede reducir en 20% el costo de tecnología. Además, permite que la velocidad con que se entrega valor a los clientes y a los clientes internos de la empresa aumente entre 5 y 10 veces. A modo de ejemplo, si antes la empresa se demoraba cinco meses en poner a disposición una nueva funcionalidad de cara al cliente, ahora lo puede hacer en un mes o menos.

“Cuando los puntos anteriores comienzan a ser parte del ADN de la empresa, cualquier tecnología que se quiera incorporar en el futuro tendrá el rendimiento esperado. Esto porque la arquitectura tecnológica, las integraciones entre sistemas y datos y la forma de trabajar, que son habilitadores, ya alcanzaron el nivel de madurez necesario”, recalca Ecclefield.

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Redacción

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