“Aunque muchos han valorado la reforma al sistema notarial como un paso importante hacia la modernización, lamentablemente cerramos la puerta a ciertos aspectos clave. La nueva ley mantuvo la exigencia de firmar los documentos públicos en papel, obligando a que muchos trámites continúen siendo presenciales”, advierte en una columna de opinión Christian Rodiek, fundador de FirmaVirtual.
Para el ejecutivo, “dicha rigidez no sólo pone freno a la digitalización del sistema, también mantiene expuestos a los usuarios a los riesgos de fraude como los que hemos visto recientemente. Casos de notarías fantasma, así como la falsificación de poderes y otros documentos dan cuenta de la idealización de la seguridad de la firma manuscrita; mientras tiramos por la borda las múltiples capas de verificación y las tecnologías que le dan solidez a la firma electrónica”.
Al comparar los sistemas, Rodiek indica que “cuando la verificación se hace por reconocimiento visual de un documento, los riesgos de estafas e irregularidades son mayores frente a los robustos sistemas que garantizan la seguridad de la firma electrónica: identidad digital certificada, registro de IP, marcas de tiempo y blockchain hacen prácticamente imposible la falsificación de un documento”.
“Y es que la firma electrónica no es una simple reproducción de la manuscrita, sino un ecosistema legalmente validado por la Ley 19.799, vigente desde hace más de 20 años. Sus ventajas saltan a la vista y la trazabilidad es una de las más valoradas por sus usuarios: cada firma queda registrada con hora, fecha, ubicación IP, e identificación digital del firmante”.
El profesional continúa: “Adicionalmente, sólo quien posee las credenciales puede firmar un registro que el blockchain hace inmutable. Además, un documento digitalizado puede revisarse en segundos y ser formalizado desde cualquier lugar y en cualquier horario, sin tener que hacer filas ni complicarse en la gestión”.
Igualmente, explica Rodiek, “hay que considerar que los contratos en realidad no se firman ‘ante notario’ sino ante funcionarios de la notaría; es decir, personas inescrupulosas podrían incluso involucrarlos en negocios fraudulentos, de los que el notario ni se enteraría”.
“Sin embargo, el sistema de Autorización Notarial de Firmas (ANF) -como el que utiliza FirmaVirtual- registra en video a las personas que firman el documento, confirmando así su identidad y voluntad; haciendo imposible una asociación ilícita para generar un fraude”.
“La seguridad del sistema digital no es sólo retórica y bien lo saben nuestros notarios aliados. Sin embargo, ha quedado demostrado que la gestión presencial no ha sido suficiente para proteger a los usuarios. El control humano no es infalible, tal como se ha demostrado en las notarías que han ‘corroborado’ identidades fraudulentas”.
A modo de conclusión, el fundador de FirmaVirtual asegura que “Chile necesita avanzar. Por eso, la reforma actual debe ser considerada un punto de partida y no la llegada a la meta. Es de esperar que la próxima ley incorpore documentos públicos firmados electrónicamente; y que estimule un modelo mixto donde lo digital sea el estándar y lo presencial, la excepción. La fe pública debe mantenerse, sin duda, pero dentro de un sistema reforzado por tecnología”.