Las innovaciones tecnológicas progresan en la actualidad a un ritmo que no tiene comparación, alterando no solo la manera en que desempeñamos nuestras labores, sino también las competencias necesarias para permanecer relevantes en un entorno laboral que se vuelve cada vez más competitivo. En este contexto, Benjamín Toselli, CEO y fundador de IT Hunters, destaca que el reskilling digital, es decir, la actualización y adquisición de nuevas competencias digitales, surge como una necesidad estratégica tanto para las empresas como para los individuos.
Según cálculos del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), para el año 2030 cerca del 40% de las competencias laborales actuales dejarán de ser relevantes o cambiarán de forma significativa, y más de 150 millones de puestos de trabajo sufrirán una transformación en su esencia. Además, estima que, a nivel global, el reskilling podría generar hasta US$ 6,5 billones en crecimiento del PIB.
De acuerdo con algunas cifras, cerca del 30% de los profesionales chilenos se encuentran hoy en día en un proceso de adquisición de nuevas habilidades digitales.
Sobre las razones que convierten al reskilling digital en un factor fundamental, Toselli recalca el hecho que eleva la competitividad laboral, pues permite a las personas crecer profesionalmente y acceder así a mejores puestos de trabajo.
“Asimismo, disponer de estas habilidades contribuye a que un individuo se adapte con más facilidad a los cambios, ya sea en materia de metodologías de trabajo o nuevas herramientas TIC”, complementa el ejecutivo.
También asegura que contar con trabajadores que posean habilidades digitales, además de inyectar mayor eficiencia y productividad, permite generar soluciones más innovadoras.
Desde la perspectiva de las empresas, optar por fomentar el reskilling entre los empleados contribuye a que se encuentren más equipadas para enfrentar circunstancias desfavorables o las transformaciones del entorno.
El CEO de IT Hunters entrega los siguientes consejos para promocionar el reskilling digital en las organizaciones:
· Elaborar un plan de desarrollo personal. Reconocer fortalezas, detectar áreas de mejora y establecer objetivos claros ayuda a avanzar en el camino de la transformación digital, midiendo progresos y celebrando logros.
· Promover el aprendizaje permanente. Destinar un espacio de tiempo semanal para la exploración de nuevas tecnologías, actualizarse con cursos en línea o avanzar en certificaciones especializadas garantiza vigencia en medio de un entorno digital en constante evolución.
· Aprender haciendo. Es importante practicar con herramientas reales, desde software colaborativo hasta soluciones de análisis de datos e inteligencia artificial aplicadas a proyectos concretos.
· Construir y participar en comunidades de aprendizaje. Intercambiar experiencias y buenas prácticas con colegas, equipos o redes profesionales aporta tanto a la perspectiva individual como al crecimiento colectivo.
· Desarrollar competencias digitales blandas. Habilidades como la comunicación efectiva en entornos virtuales, el pensamiento crítico y la colaboración remota, por ejemplo, son diferenciadores clave en contextos laborales dinámicos.