Durante años, Chile ha sido considerado un referente regional en materia de innovación en telecomunicaciones. Desde la implementación de la portabilidad numérica —que ha permitido a los usuarios mover libremente más de 41 millones de números entre distintos proveedores— hasta las constantes inversiones en infraestructura digital, el país es reconocido por su conectividad y competitividad. No obstante, ante el rápido avance de la transformación digital, surge un reto clave: asegurar el talento humano que sostenga y expanda estos avances.
Para responder a esta necesidad, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), junto a Telcordia Chile —filial de iconectiv y empresa responsable de operar el sistema nacional de portabilidad numérica—, presenta un innovador modelo formativo que prepara a sus estudiantes para hacer frente a los desafíos del futuro digital.
Debido a la donación de servidores y dispositivos de red de calidad empresarial, con un valor superior a US$ 750.000, la PUCV ha convertido sus aulas en modernos laboratorios tecnológicos, que imitan la complejidad de los sistemas empleados en el mundo real por empresas, entidades de servicios y gobiernos.
Esta propuesta da la oportunidad a los estudiantes de no solo estudiar conceptos, sino también de lidiar con los desafíos prácticos de manejar infraestructura tecnológica a gran escala. La disponibilidad de estos recursos mejora sus competencias técnicas, su habilidad para innovar y su autoconfianza como próximos líderes en la industria.
Es así como los estudiantes tienen la posibilidad de pasar de simulaciones pequeñas a entornos reales donde pueden diseñar y gestionar sistemas resilientes; probar y optimizar software; administrar redes complejas; y garantizar la continuidad operativa de infraestructura crítica.
Como indica el Dr. Guillermo Cabrera-Guerrero, Director de Ingeniería Informática de la PUCV, “gracias a esta colaboración con Telcordia Chile, nuestros estudiantes ahora tienen la oportunidad de aprender con las mismas tecnologías que utilizan las principales compañías del mundo. Esta donación transforma nuestras aulas en laboratorios vivos donde la teoría se encuentra con la práctica, preparando a los futuros profesionales para diseñar, gestionar e innovar en los sistemas digitales que impulsarán el crecimiento de Chile”.
Este trabajo colaborativo entre el ámbito académico y el sector industrial simboliza una colaboración público-privada con resultados concretos. A medida que los alumnos tienen la oportunidad de utilizar tecnología de vanguardia y los educadores enriquecen su formación con aplicaciones del mundo real, la industria se beneficia de una fuente de talento más capacitada para guiar la transformación digital. Asimismo, este proyecto refuerza una perspectiva nacional en la que la tecnología se percibe no solo como una infraestructura, sino como un impulso para fortalecer a individuos, empresas y comunidades.
“El propósito de Telcordia Chile va más allá de las operaciones tecnológicas: buscamos invertir en el futuro de Chile y en las comunidades donde operamos. Al colaborar con la PUCV, contribuimos a la formación de profesionales que no solo estarán preparados para los retos de la industria, sino que también fortalecerán la competitividad del país”, destaca Alberto Apablaza, Director de iconectiv y Telcordia Chile.
De cara al porvenir, Chile cuenta con la posibilidad de llevar este enfoque a un ámbito nacional de cooperación, garantizando que todos los alumnos —independientemente de su lugar de estudio— dispongan de los recursos y vivencias necesarias para triunfar en la era digital.
Si la década pasada se caracterizó por brindar a los clientes mayor autonomía y alternativas gracias a avances como la portabilidad numérica, la siguiente debe centrarse en proporcionar a los alumnos la capacidad de investigar, crear y guiar.
Al transformar las clases en espacios experimentales, la PUCV evidencia cómo el ámbito académico, el sector gubernamental y el mundo empresarial pueden unir esfuerzos para formar a una generación que no solo estará presente en la transformación digital, sino que también guiará su avance. Es una visión que situará a Chile en una posición privilegiada en el ámbito de la innovación en América Latina y más allá.