El Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS), el Ministerio de Salud de Chile —a través de su Departamento de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETESA)—, el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (UNAB) e ISPOR Chile presentaron la primera “Guía de Estándares y/o Habilitantes Mínimos para la Evaluación y Adopción de Tecnologías Sanitarias en Salud Digital”, cuyo propósito es estandarizar y optimizar la evaluación de tecnologías sanitarias digitales (TSD).
Dirigido a tomadores de decisión, desarrolladores, prestadores de salud y otros actores del ecosistema digital, el documento ofrece lineamientos transversales para medir la viabilidad y el impacto de las innovaciones en el sistema sanitario chileno.
May Chomali, directora ejecutiva de CENS, aseguró que el manual pretende ser un referente nacional que guie a los distintos actores en la integración de tecnologías innovadoras. “Valoro el reconocimiento recibido por el trabajo conjunto de las instituciones participantes. Su aprobación y difusión permitirán avanzar hacia un sistema sanitario más moderno y conectado”, señaló.
También destacó la importancia del texto como orientación para emprendedores, apoyo a los prestadores en la formulación de preguntas pertinentes al evaluar nuevas tecnologías y respaldo para el Ministerio de Salud en la toma de decisiones informadas. “Esto contribuye a dar mayor certeza a los pacientes respecto a la calidad y seguridad de las tecnologías que utilizan”, sostuvo Chomali.
La guía sugiere un procedimiento de valoración que se divide en cuatro fases, ajustado al perfil del usuario y al grado de desarrollo de la tecnología. Asimismo, incluye criterios concretos para la valoración económica de las tecnologías sanitarias digitales, un elemento crucial para asegurar su viabilidad y efecto genuino en la atención sanitaria.
Constanza Salas, jefa del Departamento de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Salud Basada en la Evidencia (ETESA-SBE) del Minsal, señaló que el resultado del manual es el reflejo de un trabajo sólido y consistente: “Pese a tratarse de un proceso largo, el documento alcanzó un nivel de solidez que permite proyectar una aprobación ágil y su pronta difusión a la población”, afirmó.
Por su parte, Daniela Paredes, presidenta de ISPOR Chile, calificó como un honor el haber participado en la elaboración del documento y manifestó su expectativa sobre cómo será recibida esta serie de sugerencias tanto por la red de proveedores públicos y privados como por el Ministerio de Salud, subrayando su importancia para mejorar la evaluación de tecnologías de salud con una perspectiva económica.
El director del MBA con Especialización en Salud de la UNAB, Ronny Lenz, en tanto, destacó el trabajo conjunto con CENS, ISPOR y el Minsal, a través de ETESA: “Hemos tenido una labor de vinculación con el medio y de intercambio de conocimiento y experiencias que ha sido muy enriquecedor para todos y, en particular, vamos a llevar parte de este conocimiento a los alumnos del programa”.
Frente al veloz progreso de la salud digital —fomentado por recursos como la inteligencia artificial, las app móviles y la telemedicina—, este texto pretende establecer un conjunto de normas que aseguren la eficacia y la seguridad de las soluciones antes de su adopción generalizada.
Entre las dificultades identificadas, destaca la división de los procedimientos de evaluación y la ausencia de criterios concretos para las tecnologías sanitarias digitales, ya que la guía vigente en Chile se enfoca principalmente en las evaluaciones farmacéuticas. En este contexto, la nueva iniciativa tiene como objetivo crear un vocabulario compartido y estándares adaptados a las singularidades del sector digital.
En las próximas semanas se compartirá públicamente la guía, poniendo a disposición de todo el ecosistema una herramienta fundamental para promover la transformación digital de la salud en nuestro país.